El panorama delictivo en España presenta contrastes y cambios. En 2022 se registraron 2.325.358 delitos, equivalentes a 48,8 delitos conocidos por cada mil habitantes, situando a España con una tasa de criminalidad relativamente baja frente a otros países europeos como Reino Unido, Alemania y Bélgica.
Delitos convencionales: tendencia a la baja
Del total de delitos en 2022, el 83,9% correspondió a delitos convencionales, registrando una disminución del 1,6% respecto a 2019, año prepandemia, lo que refleja cambios sociales y de actuación policial.
Homicidios: perspectiva regional
El índice de homicidios evidencia disparidades regionales. En 2020 se registraron 298 homicidios en España; Asturias, con 1 millón de habitantes, contabilizó solo 1 homicidio en 2021, reflejando diferencias significativas entre regiones.
Incremento de los delitos de odio
Una tendencia preocupante es el aumento de delitos de odio. En 2022 se registraron 459 delitos motivados por orientación sexual o identidad y 755 por racismo o xenofobia, evidenciando la necesidad de medidas legales y concienciación social.
Ciberdelincuencia: un desafío creciente
La ciberdelincuencia ha experimentado un aumento notable: 375.506 delitos en 2022, un incremento del 72% respecto a 2019, destacando los retos que la digitalización impone al derecho penal y la necesidad de medidas de ciberseguridad robustas.
Conclusión
Las estadísticas delictivas en España muestran un panorama complejo: disminuyen los delitos convencionales, pero aumentan los cibercrímenes y delitos de odio, reflejando los desafíos tradicionales y modernos que enfrenta la sociedad española.